Durante la celebración de la conferencia Black Hat en Las Vegas, los detalles sobre un agujero de seguridad en el cifrado de uno del protocolo que permite al dispositivo conectar con el operador móvil en 3G y 4G LTE ha salido a la luz. Esto supone un golpe de realidad para los que pensaban que estas redes añadían un nivel adicional de seguridad.
Vulnerabilidad crítica en 3G y 4G, más facilidad para el espionaje:
Ravishankar Borgaonkar y Lucca Hirschi son los responsables del hallazgo. Concretamente, han localizado un fallo en la autenticación y la clave de validación que permite a los dispositivos móviles la comunicación con la red de su operador. Esta clave se basa en un contador almacenado en el sistema telefónico del operador para verificar los dispositivos y evitar ataques.
No obstante, los investigadores han comprobado que no está protegido correctamente y se puede extraer parcialmente su información. Esto permite a un atacante la monitorización de algunos aspectos, como el momento en el que son realizadas las llamadas o enviados los mensajes de texto y el seguimiento en tiempo real de la localización del terminal.
Banda ancha móvil 3G y 4G : Tutoriales de ayuda
Eso sí, hay que dejar claro que la vulnerabilidad no permite interceptar el contenido de los mensajes o de las llamadas, únicamente acceder a datos sobre las mismas o a la ubicación del terminal. Esto abre la puerta a la utilización de nuevos dispositivos StingRay, también llamados IMSI Catcher. Estos dispositivos se pueden conseguir por solo 1.500 euros y los investigadores creen que esta vulnerabilidad ayudará a la creación de nuevos modelos.
El principal problema, más allá del espionaje, es que los propios investigadores que han descubierto el fallo de seguridad, no ven ninguna opción de solucionarlo. Además, al afectar a todo el protocolo, afecta a todos los operadores y ciudadanos del planeta. Esperan que el 5G sea capaz de cerrar estos agujeros y añada una capa de seguridad reforzada para preservar la intimidad y anonimato de los usuarios.