WhatsApp Web llega a Firefox y Opera

La aplicación de mensajería más utilizada del mundo se está expandiendo a pasos agigantados. Si hace unos días se daba a conocer WhatsApp Web, la posibilidad de utilizar la aplicación desde el ordenador a través de Chrome, ahora esta funcionalidad llega a Firefox y a Opera

Eso sí, de momento únicamente son los usuarios de Android los que puede sacar provecho de ello.

Ha sido la propia compañía norteamericana la que en su Twitter oficial ha anunciado la llegada de WhatsApp Web a Firefox y Opera, uniéndose a Chrome donde estuvo desde el principio. 

Pero aunque es una gran noticia para los usuarios de ambos navegadores es muy posible que no sea la noticia más esperada por todos los usuarios de WhatsApp, es que en cierta manera mucha gente está esperando el anuncio de que WhatsApp Web ya está disponible para los usuarios de iOS. 

De momento son los grandes olvidados, aunque WhatsApp indica que es debido a las restricciones del sistema operativo para móviles de Apple. De todas formas, no debería tardar mucho en llegar.

Solamente debes escanear el codigo QR que aparece en la página web.whatsapp.com y nuestro telefono móvil se sincronizará con el ordenador.

De esta manera podremos utilizar la aplicación de mensajería desde el ordenador, algo bastante cómodo cuando estamos navegando o trabajando desde él.

Así es la versión 36 de Firefox, con soporte para HTTP/2 y rediseño para tabletas Android


Aunque en dominio de Chrome en los últimos años se lo está poniendo muy difícil a la competencia, en los últimos días está siendo Firefox el que mejores noticias está recibiendo, tanto por empezar a ser compatible con utilidades como Google Inbox y WhatsApp Web como su excelente visión de futuro anunciando sus planes para prescindir de Flash y un nuevo sistema para avisarnos cuando una extensión nos esté ralentizando la navegación.

Pero Mozilla no sólo vive de sus planes futuros, y esta semana ha liberado la versión 36 de su navegador con unas cuantas novedades interesantes, tanto para su versión de escritorio como para la de dispositivos Android. Esta nueva versión estrenará una completa integración con el nuevo estándar HTTP/2 y una nueva interfaz para tabletas.

Pocos cambios en la versión para escritorio

Soportando totalmente el nuevo protocolo HTTP/2, Mozilla se sube a lomos de un nuevo estandar que mejorará nuestra navegación reduciendo los tiempos de carga de las pláginas e implementará una nueva función de multiplexación que permitirá que un servidor pueda responder a varias peticiones al mismo tiempo, evitando problemas carga que provoquen bloqueos en las páginas.

Pero a parte de esto la nueva versión para escritorio de Firefox tampoco incluye grandes novedades. Aunque eso no quiere decir que no haya mejoras, porque en su changelog podemos ver que siguen trabajando en optimizar HTML5, han dejado de aceptar los cifrados RC4 para mejorar la seguridad, y los marcadores visuales que hemos marcado con chinchetas en la página de nueva pestaña ahora se pueden sincronizar.

Novedades de la versión para Android

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En cambio la versión para Android, sobre todo la específica para tabletas, es la que ha recibido los cambios más palpables en su nueva versión, la cual por problemas técnicos parece estar tardando un poco en liberarse. Con esto no queremos decir que hayan sido muchos más, sino que son bastante más apreciables.

Y es que Firefox para tabletas Android ha recibido un rediseño en su interfaz, un cambio que permitirá aprovechar mejor el espacio de la pantalla y facilitar nuestra interacción con las pestañas cuando tengamos varias abiertas a la vez. Permitiendo que se puedan abrir nuevas pestañas, cerrarlas o navegar entre ellas con mucha más facilidad.

Además, la barra de herramientas también ha sido rediseñada, y se ha añadido un nuevo panel de pestañas en el modo de pantalla completa pensado para facilitar una mejor visión general de todas las pestañas que se tienen abiertas.

Google crea una Inteligencia Artificial capaz de aprender a jugar por sí misma


Google ha desarrollado un programa que, por primera vez, es capaz de aprender a jugar por su cuenta y de forma independiente, lo cual supone un salto muy importante con respecto al tipo de inteligencia artificial existente hasta el momento.

Deep Blue, por poner un ejemplo conocido, ganó al ajedrez a Kasparov en el año 1997 gracias a haber sido programado previamente por humanos con las reglas del juego y con estrategias específicas, lo cual sumado a su potencia de cálculo le dio la ventaja necesaria. No aprendió solo.

En el caso de este nuevo “agente”, como lo llaman en Google, estamos hablando de dejar al programa que juegue por sí mismo y aprenda de forma independiente cuál es la mejor estrategia para ganar.

La nueva IA ha aprendido a jugar sola a 49 títulos retro

El año pasado Google compró una compañía llamada DeepMind cuyo objetivo es construir máquinas inteligentes. Ha sido este grupo el encargado de desarrollar el nuevo agente, el cual ha aprendido a jugar sin ayuda a 49 títulos retro distintos.

En este vídeo podemos ver cómo la IA aprende a jugar al clásico ‘Breakout’ de Atari. Fijaos cómo en las primeras partidas va perdidísimo y no sabe qué hacer.

El agente sigue entrenando y aprendiendo y, tras 600 rondas, da con una estrategia ganadora. Decide que la mejor forma de superar los niveles es atacando los laterales de la barrera para que la bola se sitúe al otro lado y acabe con ella desde arriba:


Cuando el agente empieza a jugar por primera vez a un juego se produce algo similar a cuando un recién nacido abre los ojos y ve el mundo por primera vez. En este caso la IA observa la información en pantalla y presiona botones de forma aleatoria para comprobar qué sucede.

Utiliza un método llamado Aprendizaje profundo que le permite convertir los inputs visuales básicos en conceptos con significado, de la misma forma que el cerebro humano es capaz de transformar la información sensorial bruta en una comprensión rica del mundo.

Gracias, por otro lado, al Aprendizaje por refuerzo, el agente es capaz de detectar aquello que tenga valor. Y de ahí surgen una serie de nociones básicas como esta: ganar puntos es bueno; perderlos es malo.

El agente es muy bueno, pero le queda mucho para ser perfecto

En el estudio, publicado en la revista Nature, figura que el agente tuvo un rendimiento del 75% del nivel de un tester profesional de videojuegos, o incluso superior, en la mitad de los juegos probados, entre los cuales había desde shooters de scroll lateral hasta juegos de conducción en entornos 3D.

En juegos como ‘Space Invaders’, ‘Pong’ o ‘Breakout’, el agente logró superar a los humanos, mientras que en otros juegos lo hizo mucho peor.

Los investigadores aseguran que esto es así principalmente por la falta de memoria real por parte del agente, lo cual no le permite establecer estrategias a largo plazo que requieran planificación.

Por esta razón, el equipo de DeepMind está intentando construir un componente de memoria para añadirlo al sistema y aplicarlo en juegos más realistas en entornos tridimensionales.

Elon Musk, CEO de Tesla, fue uno de los primeros inversores de DeepMind y asegura que los avances en el campo de la Inteligencia Artificial se producen a tal velocidad que el riesgo de que pueda suceder algo realmente peligroso está en un marco de tiempo situado entre los próximos cinco o diez años a lo sumo. Estáis pensando en Skynet, lo sé.

Hemos hablado del agente en términos de juego, pero es evidente que este tipo de IA capaz de aprender de forma independiente tiene muchas más aplicaciones: coches que conduzcan solos, asistentes personales en smartphones, investigación científica en varios campos y más, mucho más.

¿Es posible hackear una ciudad?


En el evento de ciberseguridad Black Hat Europa 2014, los hackers Javier Vázquez Vidal y Alberto García Illera demostraron que es posible dejar sin luz a áreas concretas de una ciudad. A través de los contadores inteligentes, los ciberatacantes demostraron que podían dejar casas sin luz y semáforos apagados "en un área de 1,6 kilómetros cuadrados", recuerda Vázquez Vidal. 

En la película 'Blackhat – Amenaza en la red' un ciberataque hace explotar una central nuclear. Hablamos con expertos para analizar si esta ficción podría volverse real. Es un día normal en la central nuclear de Chai Wan (China).

De pronto, en otro lugar del mundo alguien pulsa el botón "intro" de un ordenador y uno de los reactores explota. Un hacker informático ha paralizado el sistema de refrigeración de la central y ha provocado ocho muertos, 27 heridos y una fuga radiactiva.

Más allá de este argumento de película, ¿es realmente posible que un ciberdelincuente destruya una instalación de este tipo y acabe con la vida del personal con solo un botón? El físico nuclear y miembro de Ecologistas en Acción Francisco Castejón explica que en España "el hardware que controla la refrigeración de las centrales está completamente aislado y no se puede acceder a él".

El ejemplo de la película, sin embargo, no representa una escena fantástica e imposible de replicar. Este ataque de cine es similar al gusano Stuxnet que se introdujo en la central nuclear de Natanz (Irán) y afectó a las centrifugadoras que enriquecían uranio, según cuenta en el libro Stuxnet Countdown to Zero Day, la periodista Kim Zetter. Pero el investigador de Computer Security Lab de la Universidad Carlos III de Madrid (España), Juan Tapiador, explica que este ataque tuvo éxito debido a las "peculiaridades de la central iraní" y a que "contó con mucho respaldo económico del atacante".

La cinta ha contado con el asesoramiento de tres expertos en ciberseguridad: un exagente del FBI, un antiguo cibercriminal reconvertido en periodista y un matemático que ha participado en acciones de Anonymous.

Sin embargo, a la hora de evaluar la posibilidad de que un ataque de este tipo tenga lugar en España, ni el Consejo de Seguridad Nuclear ni el Foro Nuclear ni las empresas propietarias de centrales nucleares en España han querido responder a las preguntas de MIT Technology Review en español.

El contenido radiactivo y tóxico de una central nuclear la pone en el punto de mira de la ciberseguridad. Sin embargo, las ciudades alojan otro tipo de sistemas, como el suministro eléctrico, que un ciberatacante podría comprometer si quisiera atentar contra ellas.