La industria de la música y del cine está presionando al Gobierno norteamericano para reformar la ley de derechos de autor C-11.
Aunque las protestas de cibernautas y gigantes de Internet
han conseguido frenar (de momento) las votaciones para implantar leyes
antipiratería en los Estados Unidos, todavía no está dicha la última
palabra. Tanto es así que su vecino del Norte podría recoger el guante y
aprobar una reforma legislativa similar a SOPA
.
Según explica en su blog
el profesor de la Universidad de Ottawa, Michael Geist, la industria
discográfica está presionando al Gobierno canadiense para incluir una nueva disposición en la ley de derechos de autor C-11 que “permita a un tribunal dictar una orden de bloqueo de un sitio pirata,
como The Pirate Bay, para proteger el mercado canadiense de webs
piratas extranjeras”. Esta descripción es prácticamente idéntica a la
sección sobre bloqueo de páginas recogida en el proyecto SOPA.
Otra de las modificaciones planteadas se refiere a conferir plenos derechos al Gobierno para cerrar cualquier sitio “con
servicios que son principalmente gestionados para permitir la
infracción o inducir a la infracción” del copyright. Y, además, hay
propuestas para incentivar a los proveedores de Internet a que penalicen a los usuarios que incidan en prácticas ilegales más de una vez.
Lo que no se ha debatido todavía es qué tipo de proceso se
implantaría o qué tipo de pruebas serían necesarias aportar para
demostrar la culpabilidad de los supuestos infractores.
Más allá de la industria musical, la reforma contaría con el apoyo de la Asociación de Software de Entretenimiento de Canadá y, aparentemente, el de la Administración estadounidense.
Habrá que esperar para ver si los políticos canadienses ceden a las
peticiones, ya que la C-11 está siendo revisada actualmente en el
Parlamento para adaptarla a los tiempos que corren.
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