Desde hace cuatro meses, The New York Times sufre ataques de hackers desde China, luego de haber publicado un artículo sobre la fortuna de la familia del primer ministro Wen Jiabao, denunció ayer el diario.
Los hackers, que atacaron "persistentemente" el periódico, se infiltraron en los sistemas informáticos y accedieron a las contraseñas de periodistas y empleados, señaló ayer The New York Times en un extenso artículo.
La respuesta de Pekín no se hizo esperar: el gobierno sostuvo que las acusaciones "no tenían fundamento" y que eran "irresponsables".
El inicio de los ataques "coincidió con una investigación publicada en la edición online el 25 de octubre, que descubrió que los familiares de Wen Jiabao habían acumulado una fortuna a través de sus negocios", indició el diario. También The Wall Street Journal denunció ayer que fue víctima de ataques de hackers desde China.
Expertos en ciberseguridad contratados por el periódico descubrieron que los hackers emplearon métodos similares a los que usaron militares chinos en el pasado. Según el diario, los expertos expulsaron a los atacantes.
Las violaciones a la seguridad informática incluyeron intrusiones en la cuenta de mail del corresponsal del diario en Shanghai, David Barboza, el principal autor de los informes sobre la fortuna de Wen.
Pero, según la directora ejecutiva del The New York Times, Jill Abramson, "los expertos no encontraron evidencia de que los intrusos hayan tenido acceso, descargado o copiado mails o archivos delicados que se usaron para la investigación".
Los hackers robaron las contraseñas de acceso a sus computadoras de todos los empleados y las utilizaron para entrar a los equipos de 53 trabajadores. Sin embargo, no accedieron a ningún dato de los clientes.
Los piratas informáticos canalizaron sus ataques a través de computadoras en universidades de Estados Unidos e instalaron un software malicioso asociado a hackers chinos.
De todos modos, los expertos de la empresa Mandiant, contratada por el diario, no saben cómo los hackers lograron infiltrarse en el sistema de The New York Times.
"Precipitar conclusiones basadas en resultados de investigaciones que no han sido probados es un comportamiento totalmente irresponsable'', dijo, por su parte, el vocero de la cancillería china, Hong Lei.
Estados Unidos y otros gobiernos acusan a China de montar una campaña de ciberespionaje para tratar de robar información clasificada y secretos corporativos.
Los expertos sostienen que los hackers chinos iniciaron sus ataques a periodistas occidentales en 2008 para intimidar a sus fuentes y así evitar que se revelen historias sobre los líderes de la cúpula comunista.
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