La idea de los tests no es sólo dar unos números al azar y decir “X es el mejor”, sino también
dar cifras que importen al usuario. A lo largo del artículo encontraréis tanto
benchmarks como medidas de uso real de cada navegador.
Hemos usado las últimas versiones estables de todos los navegadores:
Internet Explorer 10, Chrome 27, Opera 15 y Firefox 22. Todas las
pruebas, salvo las que requerían aceleración por hardware, se han
realizado en una máquina virtual con Windows 8 64 bits, 2 GB de
RAM y un núcleo de
CPU,
con instalaciones limpias de todos los navegadores y sin ningún tipo de
complemento o modificaciones de configuración.
Por eso,
los resultados absolutos no serán relevantes: lo que importa más en este caso es ver cómo queda cada navegador con respecto a los demás.
Tiempos de inicio del navegador
La primera prueba es medir
cuánto tiempo tarda en iniciarse el navegador.
Hay dos tipos de inicio: en frío, cuando ejecutamos por primera vez en
la sesión el navegador; y en caliente, cuando el navegador ya se había
ejecutado antes durante la sesión.
Para evitar cualquier tipo de error humano, hemos usado un pequeño
programa en C#. Lo que hace es ejecutar el navegador correspondiente
pasándole una página local como parámetro. El programa nos dice en qué
momento se inició el proceso, y la página registra cuándo se acaba de
cargar el navegador.
Internet Explorer es el más rápido de todos, con
apenas un segundo de media en caliente y menos de 4 en frío. El segundo
puesto es un
empate entre Firefox y Chrome: el primero es más rápido en
frío, el segundo gana en caliente. Opera se queda en el último lugar con
3 segundos en caliente y 10 en frío.
Velocidad de carga de páginas web
La siguiente prueba consiste en ver
cuánto tiempo tarda cada navegador en mostrar una página web.
Para evitar problemas de red, toda la página se ha descargado en local.
Hemos añadido un script que medía la diferencia de tiempo entre el
inicio de carga y el final (evento
document.ready de jQuery,
por si tenéis curiosidad). No es, desde luego, la mejor forma de medirlo
y tampoco es un reflejo exacto de lo que tardaría cada navegador en
cargar cualquier página web, pero sí sirve para hacernos una idea.
Los resultados:
Chrome es el más rápido, con Opera
siguiéndole de cerca.
Firefox se queda el tercero con 656 ms, aunque los
tiempos variaban bastante en cada prueba. El último, Internet Explorer,
muy alejado con casi dos segundos y resultados muy distintos en cada
ejecución. Aquí parece que Internet Explorer usa otro criterio para
decir cuándo está listo el árbol
DOM: la página aparecía perfectamente cargada antes de que se disparase el evento.
Consumo de recursos: RAM y CPU
La siguiente prueba es de
consumo de recursos. Empezamos con el de
RAM,
medido en tres puntos distintos: navegador recién iniciado y con página
en blanco, con cinco pestañas abiertas (Genbeta, Xataka, Twitter,
YouTube y El País) y de nuevo con una página en blanco tras haber
cerrado todas las pestañas.
Como siempre,
hay que tener cuidado con las medidas de uso de RAM.
Un uso mayor o menor no es un indicador directo de que el navegador
funcione mejor o peor. El hecho de que no se recupere toda la memoria
tras cerrar las pestañas no tiene por qué ser malo: igual son recursos
que se quedan en
RAM para no tener que cargarlos de nuevo al abrir otras pestañas.
Donde sí es más relevante saber el consumo de
RAM
es para la multitarea. Si un navegador consume demasiada memoria y
tenéis varias aplicaciones abiertas, vuestro ordenador se quedará sin
RAM antes y empezará a ir más lento.
Después de la explicación, veamos los resultados:
Firefox es el mas eficiente de todos, seguido de cerca por Opera.
Firefox ha seguido mejorando mucho en este aspecto, con un consumo
muy contenido al abrir varias pestañas. Internet Explorer tiene una
huella muy pequeña al inicio, pero al abrir pestañas sube hasta 350 MB.
Por último, Chrome y su arquitectura multiproceso no parecen del todo
eficientes, llegando hasta 382 MB de memoria al abrir sólo 5 pestañas.
La siguiente prueba ha sido la de
uso de CPU. Con las mismas 5 pestañas de antes, hemos esperado a que carguen y a que se estabilizase (más o menos) el consumo de
CPU. Para mí esta prueba es más relevante que la de
RAM, ya que aquí no hay justificación para usar demasiada
CPU sin que el navegador esté haciendo nada.
Internet Explorer es el que peor se comporta, con un 50% aproximadamente de consumo de
CPU
medio en reposo.
Chrome y Firefox se quedan en segundo lugar, alrededor
del 20%, y Opera gana a todos de calle con sólo un 5% de uso medio de
procesador.
Rendimiento en JavaScript
Pasamos ahora de los tests de rendimiento real a los
benchmarks más puros, empezando por los de
JavaScript.
Hemos querido hacer 3 test para comparar mejor resultados:
Kraken, de Mozilla;
Octane, de Google; y
SunSpider, de WebKit. En este último caso, los resultados están multitplicados por 10 para poder apreciar las diferencias en el gráfico.
Los resultados son bastante curiosos, la verdad.
Opera es el claro ganador en todos ellos. Chrome le sigue de cerca en
Kraken y Octane, aunqune en SunSpider se queda el último. Firefox se
mantiene tercero en todos los tests, y
la sorpresa la da Internet
Explorer con resultados pésimos en Kraken y Octane, y sin embargo en
Sunspider se queda en un segundo puesto. Quizás tenga algo que ver con
el mal resultado que obtenía también en la prueba de carga web.
Rendimiento gráfico y aceleración por hardware
Tal y como va evolucionando la web, el
rendimiento gráfico
es cada vez más importante en los navegadores, y por eso mismo no podía
faltar una prueba de este aspecto en nuestra comparativa.
Hemos usado
un benchmark gráfico,
CanvasMark 2013, y una prueba del Test Drive de Internet Explorer,
Fish Bowl con 750 peces.
Como podéis ver, los resultados son
bastante dispares.
Por supuesto, Internet Explorer gana en su propio test, quedando
tercero en el CanvasMark. Opera consigue las mismas posiciones pero en
distinto orden: primero en el CanvasMark, tercero en Fish Bowl. Firefox
se hace con el segundo puesto y Chrome falla quedándose el último en
ambos.
Estándares: HTML5 y CSS3
Por último, hemos medido el
soporte de estándares en cada navegador, usando
HTML5Test.com (sobre 500 puntos) y
CSS3Test.com
(sobre 100 puntos). Hay que tener en cuenta que estos tests comprueban
sólo si las características están ahí, no si están bien implementadas.
Chrome es el ganador en este aspecto: 463 puntos en
HTML5 y 65 en CSS3. Le sigue de cerca Opera (normal, teniendo el mismo
motor) con 423 y 65 puntos respectivamente. Firefox se queda en tercer
lugar, e
Internet Explorer es el último.
Resumen y conclusiones
De nuevo, estos tests no nos permiten decir qué navegador es el mejor
de todos, pero si nos dan una idea del nivel que cada uno posee.
Sí podríamos decir que Chrome es el que sale mejor parado de todos,
con buen soporte de estándares resultados buenos en los tests de
JavaScript y carga de páginas, y no demasiado lento en el inicio.
Sin
embargo, cosas como el rendimiento gráfico o el uso de recursos impiden
clasificalo como el mejor. Opera se queda cerca de Chrome (recordemos
que tienen el mismo motor de renderizado), aunque la velocidad de inicio
es un gran punto en su contra.
Firefox aparece como el más regular y estable de todos: no destaca en ninguna
de las pruebas pero tampoco obtiene malos resultados.
Y, por último, lo
que para mí ha sido la gran sorpresa,
Internet Explorer, del que esperaba algo más, falla estrepitosamente en
JavaScript (dos tests de tres) y en carga de páginas, no es el más
eficiente en recursos y es el que peor soporta estándares. Lo único que
le salva es la rapidez de inicio en Windows.
Nuestra recomendación es que
si usas Internet Explorer cambies de navegador ya que las pruebas confirman que es el peor de todos.
Nuestra elección es Firefox ya que posee el rendimiento mas regular de todos y ademas es Software Libre. Lo puedes obtener
aquí.
¿Porque no Chrome?
La respuesta es sencilla, si bien en las pruebas mostró tener unos resultados muy buenos este navegador vulnera la privacidad del usuario, con esto nos referimos a que
Chrome espía nuestras búsquedas, nuestros intereses y lo utiliza con fines de lucro por ejemplo ofreciendo publicidad.